Las palabras son refugios
de los soñadores.
Comprendí demasiado tarde
que cada letra en el muro
es un grito
para ver los cuadros de cien mañanas.
Las lapiceras gastan su tinta
desgarrando las hojas en tu nombre.
Y mis dedos sangran
dibujando los días en que muero.
Los cuadernos y los cuadros
reclaman tus ojos, reclaman tu nombre.
No importa cuantas veces lo escriba
cuantas veces lo piense, lo cante,
tus manos, son tus manos,
y tu nombre
es la ilusión de vivir,
es la inútil desidia
escurrida en la ultima pagina
de un cuaderno apuñalado.
18 enero 2010
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2 comentarios:
Las lapiceras gastan su tinta
desgarrando las hojas en tu nombre.
Qué hermosa frase, tan fuerte e intensa.
Felicitaciones, todo lo que escribís es hermoso.
Un beso enorme,
lo mejor para vos!
Muy agradables tus palabras, tus lineas, tus escritos...
sentidas y marcadas
buen momento el pasarme por aquí.
Un abrazo.
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