21 septiembre 2009

Las noches en mis sueños...

Con frecuencia en mis sueños habito un bar. Como cualquier otro bar, existen historias, tantas como los humos dibujan mis sentimientos sobre mi cabeza. En las paredes, los cuadros de mis días. Cada uno de ellos relata lo que mis oídos recuerdan.
Existen 23 mesas. Ninguna mas. Tampoco serán removidas por cual sea el motivo. Son firmes, mas que el suelo de mi habitación. Miro la que escogí esa noche (¿Es una noche? ¿O son todas las noches?). La superficie esta desgastada, tiene marcas, marcas que no pueden borrarse. Se que por dentro no es así, pero la vieja mesa muestra lo que los ojos desean de este bar. Cicatrices viejas y noches de pensamiento. Sobre las cicatrices, un cenicero limpio y un vaso de wisky casi vacío.
No frecuento este bar por deseo, lo hago por la necesidad de un acompañamiento falso, o tal vez de una soledad ahogada en jazz. Y aunque este bar no es otra cosa que el refugio de mi mente, está habitado por personajes que lo frecuentan tanto como yo. Esta noche, no pude dejar de fijarme que una pareja (A decir verdad, desde donde yo estaba sentado, no veía otra cosa).
A veces el me recuerda a mi, pero es distinto, yo nunca podría verme desde otro lugar que no sean mis ojos. Pero ella no se a quien me recuerda. Tal vez no me recuerde a nadie, o tal vez me recuerde a mi soledad. Charlan despreocupadamente, a veces él calla, ella no lo mira, pero yo se porque lo hace. Son esos silencios que no necesitan ser explicados, los ojos hablan de amor, de desgaste, de cicatrices sin cerrar. Por eso me recuerda a mi. Sus ojos, son mis ojos, pero como eran hace un tiempo. Ahora me resulta obvio, ella no está en el bar.
Bebo el ultimo trago de wisky. El cenicero sigue limpio. Y el humo dibuja el primer rayo de sol.

17 septiembre 2009

En los silencios de la noche...

No puedo mas que mirar tus ojos.
En las fotos,
en las calles,
en mi espejo.

Es tu voz la que me llama,
en cada canción,
en cada silencio,
en cada sueño.

Dije alguna vez que puedo resistir,
pero existe el dolor,
y son demasiadas las lágrimas.
Ya no quiero sentir tu voz,
no quiero ver tus ojos.

Quiero morir en paz,
desangrado en el mar,
y que los días
olviden mi canción.

15 septiembre 2009

En mi corazon.....

Siento la sangre
correr por mi pecho.
No derramo lágrimas,
solo dejo que corran
libres cuando lo necesitan.

¿Alcanzaran cien vidas
para ver tus ojos?
¿O acaso necesitas una muerte?
En todo caso,
la sangre está corriendo.

No existe lo eterno,
solo el mar.
No existe lo perfecto.
Cada palabra
es el ocaso de mis días.

La sangre sigue corriendo,
pero soy yo quien
sostiene el puñal.
Lo aprieto mas,
solo para que no lo hagas vos.

Recorro mil libros,
en busca de las calles,
pero encuentro
solo el invierno
de mi soledad.

13 septiembre 2009

Despues de caminar solo en la noche

Podrías salvarme cuantas veces quisieras.
No hay razones que pueda buscar
si todas ellas gritan tu nombre.
No es el alcohol ahoga mis pensamientos,
es tu mirada distante y tus brazos en otros.

¿Cuantas son las veces que tengo que mirar
en silencio y soledad?
¿Cuantos son los días que debo actuar
solo para darme esperanzas?
¿Cuantas son las horas escondidas
en rincones oscuros y vacíos?

No vale de nada derramar mares de lágrimas.
Tus manos en sus hombros,
las mías en los bolsillos.
No valgo nada si deseo lo que es imposible,
pero vale menos no desearlo.

06 septiembre 2009

En la mas profunda oscuridad

Las horas en que pienso
en los desencuentros,
en tus palabras,
en tu mirar,
no son mas
que las que me encierro.

Dejo atrás,
todo lo que puedo,
pero no todo lo que deseo.
Son demasiados
los amaneceres
sin sol.

No hay recuerdos,
solo existen los sentimientos.
No hay palabras,
solo las que callo.
No hay llantos,
solo hay reflexiones en la soledad.

Y cuando los recuerdos,
confrontan a la realidad,
y la noche cierra
las ventanas,
y el alcohol
hunde los vestigios
de la vida,
no llames a mi puerta,
ya estoy muerto.

03 septiembre 2009

Correr tras el viento

Hoy veo la necesidad
de hablar
lo que digo con miradas
en la ventana.

¿Cuantas son las formas
de pensar?
¿Cuantas veces necesito vivir
para poder amar?
¿Y cuantas otras necesito morir
para que veas mis ojos?

No existen mas miradas
que las que hablo en el espejo.
No existen mas palabras
que las que escribo en secreto.