18 enero 2010

Mi cuaderno

Las palabras son refugios
de los soñadores.
Comprendí demasiado tarde
que cada letra en el muro
es un grito
para ver los cuadros de cien mañanas.

Las lapiceras gastan su tinta
desgarrando las hojas en tu nombre.
Y mis dedos sangran
dibujando los días en que muero.
Los cuadernos y los cuadros
reclaman tus ojos, reclaman tu nombre.

No importa cuantas veces lo escriba
cuantas veces lo piense, lo cante,
tus manos, son tus manos,
y tu nombre
es la ilusión de vivir,
es la inútil desidia
escurrida en la ultima pagina
de un cuaderno apuñalado.

11 enero 2010

Existencia IV

Existo en partes iguales,
porque da igual
si escribo mi vida
o sepulto mis días.

Un instante muerdo la luz,
al otro entierro mis deseos
en una madera tallada
con cada una de mis muertes.

El calor y las tardes
no son bienvenidos.
Me recuerdan a Adrogue,
me recuerdan a mi sonrisa.

Cada gota de tinta
la derramo en mi árbol
para desvelar a la luna
y recordarle que todavía
alumbra mi jardín

Abandonado a mi suerte

Mis manos esbozan las imágenes
que recuerdan a una noche
como otras noches.
Mi cuerpo cansado,
se rendía a los pies
de una dama indiferente.
Los pies se movían a destiempo,
no importaba, las sonrisas maquillaban.

Siento correr libre
por mi rostro una lágrima,
no existe nada mas que
acaricie mi cuerpo, mi piel,
solo la aspera sal del agua.

Y en la madrugada vacía de sol,
repleta de rincones,
las duras secuencias
ahogadas en el amargo sabor
de la indiferencia,
el suave ardor de mi cuerpo muriendo,
con mi piel desnuda,
y mis ojos silenciando el dolor.