24 abril 2014

Carta para Lune Blanche seis años después

En ese fondo de desespero queríamos madurar. Pero aquí estamos Lune Blanche, seis años después reclamamos lo mismo, las mismas palabras idiotas que corren todo signo de reconciliacion estúpida. Basta Lune. Basta de querer ser perfectos, como esas tardes en Adrogue ¿Porque Lune Blanche? Nunca supimos madurar ni ser esa imagen que pidieron nuestros padres. Tu madre no está y la mia está lejos y esto nos desprotege. Estamos solos Blanche, nunca fuimos a París ni a Rocamadour, nunca tuvimos una casa sobre la calle Amenedo. Nunca tuvimos esa casa de ventanas grises y puerta de madera, con un pequeño parque donde los niños jueguen inocentes y tal vez corra un perro que vivió solo en la calle.

Nos escondimos de nosotros mismos Lune Blanche, también  escondimos los cuadernos y las cartas. Las cartas siempre se queman, algún día lo entenderás Lune. Hay mas ceniza que sangre entre nosotros, porque seis años es todo nuestro no tiempo. Tal vez me entiendas Lune Blanche. Tal vez entiendas lo que son las caricias y los juegos. ¡Como nos entregamos a ese juego que dijiste que nos haría felices! Jugamos a las manos que rozan otras manos, a los labios que buscan otros labios y nunca se encuentran. ¿Porque quisiste jugar Lune Blanche? Conocías la recompenza magra que le espera a los que juegan. Porque los juegos terminan alguna vez y no importa quien gane, lo que queda es ese vestigio de  la sonrisa y del acto de jugar. Pero no importa como termine, un juego es ficción. Jugar es esa pequeña muerte de la realidad que nos rescata, aunque sea tan solo un rescate efímero y nos arrastre otra vez a la vida.

Siempre te gustó jugar Lune Blanche. Jugabas a un viaje a París, donde nos tomábamos un café que estaba demasiado caliente y donde el mozo nos miraba receloso desde la barra, y en el juego también jugabas con el mozo, un juego de miradas complices mientras a veces me besabas y soplabas la taza de café que estaba demasiado caliente. Nunca dejaste de jugar Lune, como hace cinco años cuando nos vimos en ese cumpleaños de una persona que no existe mas que como excusa. Ese día jugaste a la indiferencia. Charlabas despreocupada y radiante, dibujando sonrisas en la piedra de mi rostro que se esculpía con un cincel de vergüenza de ver tus brazos en otros brazos. Ese día ganaste Lune Blanche, pero cuando te acostaste y terminó el juego no contuviste tus manos y leí tus lágrimas.

Nunca dejaste de jugar Lune Blanche porque conoces la tristeza de los que dejan de hacerlo y visten de camisa y son reales. Yo no puedo volver a jugar Lune, hoy camino por Lavalle o por Corrientes, hoy soy real Lune Blanche. Intenté jugar otras veces, otras manos, otros labios, pero todos los juegos me recordaron siempre a tus juegos Lune Blanche, al viaje a París o a la casa de Amenedo, la de ventanas grises y puerta de madera. Tal vez me entiendas Lune. Y tal vez yo entienda que nunca dejamos de jugar.

12 septiembre 2012

Pensar una respuesta

Salté al lago.
Salté en el final,
mojé lo que vi con agua clara,
agua clara del mar.

No hay nadie más.
Nadie salio lastimado,
solo volamos un poco de mas,
y de mas nos dolió.

No hay mas tormenta.
Susurraste y me hiciste temblar,
sos inocente,
y la inocencia es verdad.

16 octubre 2011

Deseos

Preguntas,
las que vuelan en tus sueños,
son los juegos de un niño
que baila despierto en la arena.

Deseos,
los que descansan en tu seno,
no dejes que el tiempo
borre los besos de nuestras bocas ayer.

Es cuestión de entender,
es cuestión de saber,
que las preguntas y los deseos
son los que revelan lo que necesita tu piel.

Reflejos,
solo esos que te hacen estremecer,
te hacen dudar
no del presente sino del ayer.

Miradas,
las que nos debemos evitar,
comprendo que estar ciego
es mas facil que entender a los sueños.

Es cuestion de pensar,
es cuestion de aceptar,
que los reflejos y las miradas,
son los que mantienen viva tu piel.

22 septiembre 2011

12:07 AM

No esperes mas,
destino incierto.
No preguntes a tu ser,
pregunta a la incertidumbre.

Hoy soñe,
que no hay sueños reales,
solo existen los inconclusos
y los que pueden cumplirse.

Mañana, cuando sea invierno,
tal vez yo seré feliz,
no importa pensarlo,
si soy tan solo un sueño.

Soy todo lo que elegis ignorar,
si existo es en tu foto perdida
de una noche olvidada
y en un abrazo de ayer.

07 abril 2010

7 de Abril

Recorrí las calles
que abrazan al abandono.
Mil veces escribo nombres,
mas no sirve para ahogar a los recuerdos.
Soledad de incertidumbre,
refugio inconcluso e inútil.

Despojo los cimientos
que construí con ilusión.
Otra lapicera muerta,
me recuerda que no debo pronunciarte.
Llanto desnudo,
olvidarme del frío no resucita.

Sin pensarlo,
entrego mi ojos,
ahogo mi ultimo suspiro,
ahogo mi ultimo nombre,
ahogo tu nombre.

08 marzo 2010

La realidad

Otro día mas estoy vacío. Despierto palpitando los sueños, la realidad es el encierro. Mis ojos recorren cuatro paredes, es mi habitación. Una luz tenue y gris enmarca a mi jardín. Esta lloviendo. El árbol moribundo tiembla cada vez que sopla el viento, sus ramas lamentan cada hoja reposando en la tierra, el tronco es firme, podría decir que llora, pero son solo la consecuencia de la lluvia. Vuelvo a vivir la realidad de cuatro paredes. Admito que la compania me es grata, pero esto es la realidad, yo y mi habitación, yo y mi soledad.
Para escapar, solo un poco al menos, escucho alguna canción. Podría haber elegido cualquiera, pero en el azar de un algoritmo, la música también habla de estar solo. Relata los pensamientos de otro, en otra realidad, pero es tan parecida a la mía que lo odio. Sin embargo, seria ser necio si no digo que no puede existir otra verdad, otra pregunta mas certera.
No puedo escapar, al final la verdad es siempre de la realidad. De nada sirve escribir mil veces los nombres, ellos son de los sueños. Las hojas de veintitrés cuadernos sangran la tinta que recorre el papel de sus venas, solo para ser una marca mas en la creciente tormenta.
Podría gritar, pero de nada sirve, cuando despierte solo existirá la verdad de cuatro paredes, solo existirá mi habitación.

27 febrero 2010

Si menor

Un día, como cualquier otro (o como ninguno), toqué mi guitarra. No compuse ningún tema, me limite a exorcisar al sin fin de nimiedades que supone el coincidir en el mismo tiempo con algunas personas (en realidad solo una). Si menor. Interprete un sin numero de veces esa nota, pero el día de hoy me pareció que ya no pertenecía a una canción sino a un mas profundo significado. Porque un "Si menor", es la aceptacion en un susurro, es la declaración de la sumisión, o también es la suave mañana de la ilusión buscada. Un "Si menor" es la inequívoca demostración de la verdad.