Lamentaré cada palabra
cuando el silencio
sea dueño de los días.
No puedo vivir la realidad,
pronuncio tu nombre,
no es suficiente.
Renunciaré a mis convicciones,
no pretendo resistirme
a la desidia.
Y cuando tenga mi ocaso,
será solo mi vida
en mi perfecta soledad.
Ahoga mis deseos.
Ahoga mis sentimientos.
Ahoga mis ojos, también mi cuerpo.
Ahoga que no voy a resistirme.
Ahoga que el mar siempre fue mi compañero.........
09 febrero 2010
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