Siento la sangre
correr por mi pecho.
No derramo lágrimas,
solo dejo que corran
libres cuando lo necesitan.
¿Alcanzaran cien vidas
para ver tus ojos?
¿O acaso necesitas una muerte?
En todo caso,
la sangre está corriendo.
No existe lo eterno,
solo el mar.
No existe lo perfecto.
Cada palabra
es el ocaso de mis días.
La sangre sigue corriendo,
pero soy yo quien
sostiene el puñal.
Lo aprieto mas,
solo para que no lo hagas vos.
Recorro mil libros,
en busca de las calles,
pero encuentro
solo el invierno
de mi soledad.
15 septiembre 2009
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