13 septiembre 2009

Despues de caminar solo en la noche

Podrías salvarme cuantas veces quisieras.
No hay razones que pueda buscar
si todas ellas gritan tu nombre.
No es el alcohol ahoga mis pensamientos,
es tu mirada distante y tus brazos en otros.

¿Cuantas son las veces que tengo que mirar
en silencio y soledad?
¿Cuantos son los días que debo actuar
solo para darme esperanzas?
¿Cuantas son las horas escondidas
en rincones oscuros y vacíos?

No vale de nada derramar mares de lágrimas.
Tus manos en sus hombros,
las mías en los bolsillos.
No valgo nada si deseo lo que es imposible,
pero vale menos no desearlo.

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