Hoy, te veo con tus ojos grises.
Tan grises como la tristeza.
No son ojos de sal y lágrimas,
no son ojos de sangre y heridas.
Son solo ojos grises,
acurrucados en un rincón.
Son solo ojos grises,
con la mirada de tu corazón.
Me acerco a tu rincón,
gris como tus ojos.
Te extiendo mi mano,
pero solo me miras
con esa voz de "no pasa nada"
Tus ojos grises te hunden
en tu propia oscuridad...
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